Cinco consejos para preservar tu transmisión de doble embrague.

Las trasmisiones de doble embrague son cada vez más habituales. Estas cajas de cambios que hasta hace poco estaban limitadas a los modelos de alta gama ahora son un elemento habitual entre las opciones que ofrecen los fabricantes. En este aspecto, hemos recogido el testigo del vídeo publicado por 'Engineering Explained' para explicar qué no se debe hacer con un cambio automático de doble embrague.

Para entender algunas de las claves de las transmisiones de doble embrague, cabe explicar que este tipo de caja de cambios está compuesta por dos embragues alternos asociados a las marchas pares e impares, de tal forma que mientras está engranada una de ellas se precarga la siguiente o anterior 'relación' según la decisión de la centralita del coche, provocando que el cambio de marcha sea más efectivo evitando saltos de potencia. Aún siendo transmisiones automáticas, hay que respetar ciertas normas.

  • En detenciones largas, la palanca debe pasarse a punto muerto (N): Es habitual en los coches con cambios automáticos que los conductores cuando se detienen dejen la marcha engranada, toda vez que pisando el freno el coche no se va a mover y por supuesto, tampoco se va a calar. Sin embargo, esta práctica provoca que el convertidor de par tenga fricción y por ende exista calor y rozamiento extra -asumible por el fabricante- que se puede evitar. En pendientes esta tendencia se amplifica.
  • No mover la palanca pisando el acelerador al arrancar: Las tecnología desarrolladas en torno a los cambios de doble embrague ya permiten engranar la marcha atrás, el modo parking (P) y la directa (D) en marcha o pisando el acelerador, pero se recomienda hacerlo en parado y con el freno pisado para no llevar a los componentes del cambio a un sobre esfuerzo. En este aspecto, algunos cambios tienen un gatillo que impiden hacer estos cambios sino es con el freno pisado.
    Cinco consejos para preservar tu transmisión de doble embrague.
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